Virginia Tech

32 muertos. Un asesino. Cho Seung-hui. Escándalo. Lágrimas. Y finalmente un culpable:

La película Oldboy.

¿Que mierda tienen los gringos en la cabeza? Los huevones tienen 200 millones de armas en su país. No es una hipérbole. Son DOSCIENTOS MILLONES. Casi una por cada gringo, es decir si todos salieran a la calle, cada uno encontraría al menos una pistola para si y suficiente munición como para matar a otros cien gringos.

Ahora, piensen cuantas personas sufren de trastornos psicóticos graves.

Les doy una pista: un 1% de la población sufre esquizofrenia. Un 5% sufre de enfermedad bipolar. Un 5% sufre algún tipo de trastorno de personalidad grave. Un 5% tiene rasgos antisociales de personalidad. Hasta un 25% puede llegar a sufrir algún trastorno del ánimo lo suficientemente grave como para pensar en suicidarse.

Ok, seamos optimistas, pensemos que tan solo un 1% de las personas está lo suficientemente loco como para querer emplear un arma y matar a otras personas debido a alguna ofensa real o imaginaria. El 1% de 250 millones de gringos.

Eso es el equivalente a dos millones y medio de personas.

Considerando esto, es un milagro que un tiroteo como el de Virginia Tech no ocurra mas a menudo. De hecho, el último de importancia fue el de Columbine, en 1999, casi ocho años atrás. En esa época los medios culparon a la película Matrix, a Marilyn Manson y a los videojuegos. Bien, es el año 2007, Marilyn Manson ya pasó de moda, Matrix 2 y 3 fueron una porquería de películas y los videojuegos siguen siendo los mismos. Entonces hay que buscar a otro culpable: y aquí aparece la película Oldboy.

Oldboy no tiene nada que ver con entrar a una universidad y matar a 32 compañeros. Sin embargo, Cho Seung-hui se tomó fotos en posturas similares a algunas escenas de la película, por tanto, la culpa es de la película.

Nuevamente me pregunto ¿Que mierda tienen en la cabeza estos gringos? Hay películas norteamericanas (Terminator 2, Robocop, Duro de Matar y tantas otras) que podrían tener cien veces mas responsabilidad. Pero aún así, la gente enVirginia Tech se murió a causa de los balazos y no de las imágenes en las películas.

Si buscamos al verdadero culpable, este se encuentra en la política de "the right to bear arms". Básicamente, cada gringo se ve a si mismo con el derecho constitucional, indesmentible e inalienable de portar un arma. Eso, porque a los padres fundadores de USA se les ocurrió poner en la constitución, que cada habitante tenía el "derecho de portar armas para defenderse de cualquier enemigo de la patria o ejército invasor". Piensen un poco, una constitución escrita cuando aún estaban tratando de independizarse de los ingleses.

Sin embargo, los gringos se han aferrado a esta parte de la constitución con uñas y dientes. Y como no, si los Estados Unidos no son mas que un grupo de estados unidos. 52 estados, muchos de los cuales odian a los otros y tienen visiones absolutamente contrapuestas de lo que son los derechos básicos del ser humano y de la idea que tienen de país, el "American Dream". El problema está, en que para mantener a tan diversos estados funcionando unidos, la única alternativa viable es construirles un enemigo común.

En un comienzo fueron los ingléses. Luego los mexicanos y los españoles. Luego los alemanes. Y los italianos. Y Japón. Luego la Guerra Fría, y fueron los rusos, los vietnamitas, los coreanos del norte, los polacos, los kurdistanes, cualquiera que se encontrase al otro lado de la cortina de hierro. Cuando se acabó la Guerra Fría (mal negocio, puesto que la economía yanqui se disparó cuando había contra quien competir), hubo que buscar otro enemigo. El 11 de Septiembre del 2001 dio la magnifica oportunidad de declarar una guerra (no abierta) en contra del Islam. Afghanistan, luego Irak, y si las cosas andan mal, Siria e Irán. Corea del Norte, tal vez, pero ellos no tienen mucho petróleo. Agárrense el poto Noruega y Venezuela, miren que si se acaba el petróleo en el Medio Oriente les toca a ustedes.

Básicamente, Norteamérica nunca ha podido existir como país sin estar en guerra contra alguien. Es la guerra la que estructura a los 52 estados, y les hace olvidar sus pequeñas diferencias. No hay amor mas grande que el odio a un enemigo común.

Esta magnífica visión paranoica del mundo, hace que cada norteamericano vea a su vecino como una amenaza para su propia vida. Esos malditos negros, esos sucios latinos, ese asqueroso conductor de taxi hindú, los flojos mexicanos, los ridículos canadienses, los hediondos franceses, los histéricos italianos, los ebrios irlandeses. Los comunistas, los izquierdistas, los hippies, los marihuaneros, los gays, los artistas. Todos, parte de la misma lacra depravada que solo busca hundir esta gran nación bajo un solo Dios.

Entonces claro, de alguna forma hay que defenderse.

No estoy diciendo que todos los norteamericanos piensen así. Pero aquellos que no piensan así han cometido el terrible pecado de la inacción, de dejar que esa minoría los gobierne y les diga que es su derecho (y su obligación) el portar armas para defender el país.

Ahí entra Cho Seung-hui.

Un estudiante de intercambio, con una rayadura grave. Quien al ser surcoreano se siente aún mas fuera de lugar. Quien se siente excluido (lo está desde el minuto que llega a USA), humillado, ofendido, y con deseo de venganza. Quien tiene acceso a las armas, simplemente porque en America todo el mundo tiene el derecho constitucional de portar armas.

Pasó lo que tenía que pasar. Un acto paranoico en un país paranoico.

Sin embargo, esa jamás va a ser la versión que aparezca en los diarios. No, la culpa no es de las armas. Fue un crimen pasional (¡vaya crimen pasional!). O la culpa la tienen las peliculas. O el cantante desagradable de moda. No, la culpa NO PUEDE SER DE LAS ARMAS. Las armas no matan a la gente. La gente mata a la gente. Si, es cierto. La gente mata a la gente, pero con armas se torna todo mucho mas eficiente y rápido.

En tanto los gringos no se den cuenta de esto, la situación se les volverá a repetir. Es un país en guerra, y lo que tienen es el resultado de esta guerra. De hecho, les podría apostar dinero a que la situación se volverá a repetir. Y en menos de un año, ya que este tipo de situaciones, con tanta cobertura mediática, inspira a otros copycats a hacer exactamente lo mismo.

God bless America.