sábado, 31 de marzo de 2007

Día del Joven Combatiente

Escenario:

1) Tu padre es gasfiter. Tu madre dueña de casa.

2) Estudias en un liceo con letra y número.

3) Das la PSU y te va como el pico.

4) Buscas alternativas y te ofrecen una universidad privada.

5) No puedes pagar la universidad privada porque tu padre es gasfiter y tu madre dueña de casa.

6) No puedes pedir préstamo para estudiar, porque el banco no le prestaría a alguien cuyo padre es gasfiter y su madre dueña de casa.

7) Entras a trabajar por el minimo en un trabajo de 12 horas diarias.

8) Y de un día para otro ya no tardas una hora en llegar a tu pega, sinó dos.

9) Tu jefe te chuchetea por llegar tarde.





Asi llegamos al punto 10) en el cual basta la mínima excusa para ir a tirarle piedras a los pacos culiaos y quemar los putos buses, las putas micros, saquear los putos locales comerciales de tus putos jefes y si es posible ir a quebrarle los putos vidrios a la puta universidad donde nunca vas a poder entrar salvo que trabajes en la fotocopiadora.

viernes, 9 de marzo de 2007

Perlas a los cerdos

Aaaah. El transantiago.

¿ Que puedo decir respecto del transantiago ?

Que puedo decir respecto del transantiago.

Bueno, para empezar, que me tienen chato con el transantiago. ¿Hasta cuando huevean? Ya es suficientemente malo el tener que levantarse en las mañanas, para mas remate tener que encender el televisor y encontrarse con la Ivette Vergara, cagada de frio, entrevistando a la gente que lleva media hora esperando la puta micro 406. ¿Está choreado usted, señor? Puta, como no voy a estar choreado, ahuevoná.

Ok. Lo admito. No creo que el transantiago sea perfecto. Hagan la suma. Habían siete mil micros en todo Santiago. Restenle dos mil micros. Ahora traten de movilizar al mismo número de personas (cinco millones de huevones) en un número inferior de micros. La hueá se llena. Es obvio. Matemática de básica.

Piensen en la señora Juanita. La misma señora Juanita que vende sopaipillas y que con cuéa llegó a octavo básico. Quítenle la micro de un día a otro. Diganle que ahora tiene que mover el culo y caminar cinco cuadras para que la micro le pare. Que ahora ya no usa monedas sinó una tarjetita plástica, cuando con suerte la señora ha entrado a un redbanc en su vida. Ahora diganle que la micro ya no la lleva a la casa de su nuera, sinó que va a a tener que bajarse en algun momento y cambiar de micro. ¿Me siguen?

Obvio que la hueá no va a funcionar. Cinco millones de ineptos bruscamente deben aprender a funcionar de forma distinta, y considerando que el coeficiente intelectual promedio del santiaguino no supera al del Macaco Púrpura del Congo, el resultado final es caos. Un bello, magnífico, e interminable caos.

Añádase a esto el simple hecho de que la mayoría de los santiaguinos tienen los modales propios de un chiquero, y se comprenderá porqué el transantiago es noticia todas las mañanas. Con esto me refiero a que la gente carece de la mínima educación, y vive su vida como si no importase nadie mas.

A manera de ejemplo, en cada paradero de buses se encuentra un mapa con todos los recorridos. Muy útil. Pero el problema es que deben ser reemplazados casi a diario, por culpa del flaite descerebrado que decide llevarse el mapa consigo, sin importarle el resultado de su acción sobre los otros cinco mil desafortunados que esperarán micro ese mismo día en ese mismo paradero.

Ni hablar de las personas de la tercera edad, los discapacitados, las señoras con guagua. Puestas las anteojeras del "tengo que subirme a la micro, pase lo que pase", nadie mas importa. Hay que abrirse paso a codazos, a gritos y a patadas de ser necesario, para entrar a comer al chiquero.

Pero no todo es tan malo.

Acuérdense de las micros amarillas. Si, reflexionen, hagan trabajar la neurona. ¿No pasaba lo mismo acaso? En las horas punta, ¿encontraban asiento? ¿los dejó alguna vez la micro botados por el hecho de andar con carnet universitario o pase escolar? A mi me pasó. A un amigo lo salieron persiguiendo con un fierro por dárselas de encachado con un chofer que no podía aceptar que una persona de 20 años pagáse escolar. Bueh, que mas se le puede pedir.

El transantiago era necesario. El sistema anterior era un chiquero. En el actual al menos a alguien se le ocurrió ponerle rejas al chiquero para ordenarlo un poco. Y claro, es cosa de martillar un poco las tablas para que los chanchos se pongan a chillar.

Si quieren leer un artículo con altura de miras respecto a porque no está funcionando el Transantiago, echenle una mirada a este enlace.

Ah, y los que quieran reclamar, vayan a la página que la UDI les ha preparado, tan amables estos muchachos, ¿no?